Villa, el azote, el pacificador y el alma de tempestades, ¿quién es Francisco Villa que aún permanece?, ¿porque no descansas de una vez eterno guerrero? ¿Porque buscarte flores? ¿Porque sumarte sangre todavía? ¿Qué hiciste con lo que pudiste o que te faltó con lo que no tenías? A menudo suelo decirle a la gente que no hubo buenos ni malos y que la vida se encargó de darle a cada quien las herramientas con las que pudieron contar en su tiempo, así que no te aflijas centauro que las buenas o malas actuaciones y la sangre que como la tuya ya fueron enjuagadas, todavía se siente la energía de los miles de cabalgantes al caminar por las calles de Chihuahua, Parral, Zacatecas y un sin número de lugares donde aquellas almas unidas a la de su caballo recorrieron caminos y mentes, abrazando y dejando corazones a los lados. sanen ya Dorados, Colorados, Magonistas, Carrancistas, que la sangre guerrera que heredamos se funda en las generaciones que sufrieron y perdonaron.
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