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El avance de los villistas en la primera mitad de su año de triunfo. Es una masa armada que se desplaza hacia el sur dando batallas grandes y combates pequeños, conquistando México en su marcha. Sobre los trenes o a caballo, acompañados por sus mujeres que cuando es preciso también empuñan los fusiles, y las mujeres llevando consigo a sus hijos pequeños soldados de la división del norte encarnan toda la fuerza incontenible de la revolución.
Con el villismo, la inmensa multitud de los peones y jornaleros del norte, los campesinos sin tierra, encuentran un objetivo, sienten que se incorporan a la vida que por primera vez pueden expresarse, combatir para vencer y decidir, no para ser reprimidos y aplastados. Lo sienten mucho mas su jefe es también un campesino, el mejor militar, el mejor jinete, y el mejor hombre de campo de todos. El villismo no tiene un programa como zapata pero tiene la figura de Villa: a falta de programa, su persona representa a los campesinos insurrectos del norte de México.

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El ejército villista usó el ferrocarril siempre que fue posible para el transporte de tropa y municiones, aunque su desarrollo y organización completa fue realizada únicamente después de la toma de Chihuahua en 1914 durante el avance sobre Torreón y en batallas subsecuentes. En esta fase de las campañas militares, los trenes villistas normalmente eran organizados de la siguiente manera: primeramente, un tren explorador precedía al convoy militar para reconocer la vía férrea y sus alrededores. Un tren de reparaciones le seguía para reparar cualquier puente o rieles que hubieran sido destruidos. Cuando la vía férrea estaba lista para el tráfico, el convoy cargado con infantería y caballería avanzaba. Dado que la caballería fue un componente importante del ejército, se desarrollaron algunas técnicas de transporte adaptadas a las necesidades de combate en la región norte de México, esto es, los soldados sentados encima de los furgones y los caballos dentro. Cuando se acercaban al enemigo, bajaban los caballos y el ejército estaba listo para luchar ya montado como caballería y a pie como infantería los carros de armamento y municiones seguían con sus secciones respectivas de artillería, ametralladoras y automóviles.

Francisco Villa y sus famosos Dorados no
LOS DORADOS

 

 nació justamente a principios del año de 1913 en el pueblo de la Ascensión, distrito de Galeana, Estado de Chihuahua, fincándose su integración con elementos de un grupo denominado Cuerpo de Guias. Se recuerda que en aquel entonces los elementos más destacados y de confianza de Villa eran los siguientes: Benito Artalejo, Tomás Morales, Mariano Tamez, Gabriel Valdivieso, Javier Hernández, Jesús Chavarría Ernesto y Juan Ríos, Manuel Mercado, mejor conocido por su apodo de “El Caporal”, Jose de Jesús Fuentes, Marcos Corral, Martín y Pablo López, famosos los dos en extremo, mayormente consentido de Villa el primero, su más joven general, Benedicto Franco, Juan Cipriano y Ramón Vargas, “ y otros valientes que seria largo enumerar y que supieron morir en el campo de batalla inmortalizando su corporación”. Puede recordarse que el primer comandante que tuvo la escolta de Los Dorados, fue el coronel Francisco Sáenz, hecho que sin duda ignoran muchos, desempeñando dicha jefatura hasta la ocupación de Chihuahua por las fuerzas villistas, en los primeros días del mes de diciembre de 1913, cuando ya había sido capturada genial y estratégicamente la plaza de Ciudad Juárez 

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LAS CARAS DE LA MUERTE

 

 

Cayeron en la lucha y descansan en el olvido

La revolución les arrancó la vida quedando muchísimos en el campo sin un lugar donde llorarlos en fosas comunes quemados y sepultados cerca de algún cerro, de un río o algún camino, la suerte no les alcanzó y tuvieron que conformarse con alimentar la tierra, esa que tanto amaron y que ya en el eterno descanso  los recibía con brazos abiertos.

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EL ADIOS DE LA DIVISIÓN DEL NORTE

 

 

“Tras disolver el Ejército de la Convención y dejar en libertad a todos los generales, desaparece la División del Norte. El general Villa se despide de sus generales advirtiéndoles que oportunamente se les avisará la fecha en que se habría de iniciar la nueva campaña”[1]

Dado el adiós de Villa a sus Oficiales se hicieron masivas las amnistías que otorgaba el Gobierno a las huestes villistas, inmediatamente después, se les hacia la invitación para formar los cuerpos Rurales que detonarían con la creación de las Defensas Sociales comandadas por el General Ignacio Enríquez.

El 22 de Enero el general Jacinto B Treviño recupera nuevamente la Ciudad de Chihuahua e inmediatamente después el General Ignacio Enríquez ocupa el cargo de Gobernador a la espera de nuevas elecciones.

“Convocatoria

Teniendo que organizarse en esta ciudad fuerzas suficientes de rurales voluntarios para dar garantías a los habitantes pacíficos en las ciudades y pueblos del Estado, y proteger a la vez a los caminantes indefensos contra las depredaciones, abusos y crímenes de que puedan ser objeto por salteadores y bandoleros que sin bandera alguna, siembran por doquier la desconfianza, la miseria y la ruina; se convoca a todos los ciudadanos honrados que aprecian lo que significa las familias, patriotas y amantes del progreso en nuestro ya bastante ensangrentado país, a cooperar con su contingente personal al loable que se propone el Gobierno de mantener el orden y consolidar la Paz del Estado.

Aparte de estas fuerzas, se organizarán milicias auxiliares en los pequeños pueblos y rancherías, las que podrán ser integradas por sus mismos habitantes a quienes se les proporcionará un oficial de las fuerzas del Estado, de quien recibirán la instrucción, organización, armas, parque y órdenes para en casos urgentes operen en comunicación con las que se encuentran más inmediatas, o bien incorporándose con las fuerzas del Estado, si así fuere necesario; pudiendo una vez cumplida esa comisión, regresar a sus propios pueblos.

Los haberes para los individuos de las fuerzas rurales del Estado, serán los mismos que se pagan en las demás corporaciones que sirven a la Nación; y para los de las milicias auxiliares en sus propios pueblos o rancherías, solamente se les pagará medio haber, dejándoles en cambio tiempo bastante para atender a sus labores.

Con tal propósito, se excita el patriotismo de los Chihuahuenses, para que desde luego pasen a inscribirse a la Oficina de reclutamiento, que queda establecida en  el antiguo “HOTEL DE FRANCIA” Calle Juárez Núm. 317.

Chihuahua, Enero 10 de 1916. –El Jefe de las fuerzas, Coronel Carlos Carranza.

 

[1] Calzadias Barrera, A.(1960) Villa Contra Todo y… en pos de la venganza sobre Columbus, N.M. México, D.F. libros de México

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EN DONDE SE FORMÓ LA DIVISIÓN DEL NORTE

 

 

 

Por: Carlos Méndez Villa

más cien años de formada la División del Norte Villista, el dilema de su creación aún despierta las pasiones en nuestro México querido. La ciudad de Jiménez, Chihuahua y la Loma en Durango.

A continuación les adjunto algunos pequeños fragmentos de autores que afirman que fue la Ciudad de Jiménez, donde se creó aquella gloriosa división seguido de algunos otros que le dan el merito a la Hacienda de La Loma en el Estado de Durango.

Francisco R. Almada

Mientras se ejecutaban los movimientos de las columnas Federales, en dirección al sur del Estado, en la segunda quincena de septiembre (1913), se verifico en Ciudad Jiménez, una junta de Jefes constitucionalistas que representaban a las fracciones que se encontraban en armas y obraban aisladamente a fin de nombrar un Jefe supremo que estableciera la unidad de mando de todas ellas. La designación recayó en el Gral. Francisco Villa, por iniciativa del Crol. Juan N. Medina habiendo sido entonces cuando surgió “la División del Norte Constitucionalista”, formada por las brigadas “Villa” “Morelos” y “Benito Juárez”.

Octavio Fernández Perea (corresponsal de la Sociedad Chihuahuense de Estudios Históricos)

Escuche muchos relatos, versiones y platicas, conversé en algunas ocasiones con los generales Nicolás Fernández y Lorenzo Ávalos, el primero que fuera el ultimo jefe de la escolta personal de Villa hasta su permanencia en la Hacienda de Canutillo, todos estuvieron de acuerdo en su relato de que en septiembre de 1913, miles de hombres se concentraron en Jiménez, como movidos por una fuerza poderosa, para formar la División del Norte. La junta se celebro en un Carro de Ferrocarril, frente al cuartel que fue Hotel de Chale Chee, el 20 de septiembre de 1913. Discutieron muy ampliamente y con calor, quien debía ser el Jefe Supremo y la votación favoreció a los Generales Francisco Villa y Tomas Urbina. Pidió la palabra el Coronel Juan N. Medina, quien hizo elogios de los méritos Revolucionarios de Villa y al final de cuentas todos votaron por el. Ya organizada la División del Norte en largos convoyes militares salieron los Revolucionarios rumbo a Torreón. El Sr. Octavio Fernández nos regala tres puntos de información con los cuales sustenta su investigación.

1.- El testimonio y pláticas que escuché, de los Generales Nicolás Fernández y Lorenzo Ávalos, que vivieron en Canutillo, en Jiménez y en Gómez Palacio Dgo. Hasta muy avanzada edad.

2.- En la platicas de don José Towns hijo de doña Luisa Towns, dueños del Hotel del mismo nombre, “comadre” de Villa, donde siempre se alojaba el Gral. Cuando visitaba Jiménez.

3.-El testimonio escrito de Francisco R. Almada, en la Revolución en el Estado de Chihuahua. Tomo II y nuevamente en Biografía de Villa, como LXXV Gobernador del Estado (Chihuahua).

 Martín Luis Guzmán (Memorias de Pancho Villa)

En aquella junta de la Loma les dije yo a todos los jefes: “Señores: en horas de la Guerra nada se hace si no se sabe mandar y obedecer. O sea, que cuando se juntan fuerzas en mucho número los jefes de todos los grupos deben escoger entre si un jefe mayor, que lleve la carga del mando y al cual todos obedezcan. Como esas son ahora nuestras circunstancias, estamos en el deber, según yo creo, de nombrar un jefe que nos gobierne a todos y que con su autoridad dé a todas nuestras fuerzas la organización que en su ánimo se necesite para el progreso de la campaña. Opino yo, salvo el parecer de los demás, que nombremos para el grado de General en jefe a mi compadre Tomas Urbina, o al general Calixto contreras, o a mi.” Otros hablaron después de oírme. Pero como ninguno dijera palabras de franqueza, ni de conocimiento, Juan N. Medina se levanto y expuso las razones que el veía para organizar en división todas aquellas fuerzas y para que a mi me escogieran por general en jefe. El resultado fue que todos mostraron entonces el mismo parecer, y que desde ese momento yo. Pancho Villa, quedé nombrado jefe de la División del Norte, que se constituyo de aquel modo. Acontecía eso el 29 de septiembre de 1913

Víctor Ceja Reyes (Francisco Villa El Hombre)

La Revolución entabla pláticas para buscar la unificación por que no es posible proseguir en esa forma; es tan solo perder el tiempo y la redención de los pobres no debe admitir demoras. En la hacienda de La Loma, tiene lugar la junta a fines de septiembre. Habla el Coronel Juan N. Medina, que demanda la organización de una División al mando de un solo jefe. Los revolucionarios no son oradores, son hombres prácticos, hombres que se expresan con un rifle en la mano. También habla el general Calixto Contreras y luego el coronel Juan E. García, quienes coinciden en un punto: quien debe mandar el nuevo cuerpo que resulte de la unificación es el general Francisco Villa.

Luis y Adrián Aguirre Benavides (Las Grandes Batallas de la División del Norte)

En Santa Rosalía creció formidablemente la fuerza de Villa, pues allí se le incorporaron Manuel Chao, con más de 400 hombres; Maclovio Herrera y su hermano Luis, con mas de 600 hombres, y su compadre Tomas Urbina, procedente del estado de Durango, con no menos de 500 hombres. A estas fechas, Villa ya tenía en mente avanzar hacia el Sur, a fin de controlar y agrupar a los elementos revolucionarios de La Laguna, que operaban dispersos y que consideraba elementos muy valiosos. A este efecto salió de Santa Rosalía rumbo a Jiménez, y de allí se embarco en Ferrocarril con todas sus tropas hacia Bermejillo, en donde quedaron los trenes con un pequeño resguardo, y por tierra se dirigieron a la hacienda de la Goma, lugar en que cruzaron el rio Nazas para ir a acampar en la hacienda de La Loma. En este lugar y con la concurrencia de los guerrilleros de La Laguna, que se habían citado al efecto, se proyecto y quedo organizada La División del Norte, bajo el mando supremo del general Villa, e integrada por los generales Tomas Urbina, Maclovio Herrara, Manuel chao, Toribio Ortega, Rosalio Hernández, Eugenio Aguirre Benavides, José Isabel Robles, Calixto Contreras, Juan E. García y Orestes Pereyra.

Para finalizar, la versión del máximo exponente del Villismo

Friedrich Katz (PANCHO VILLA, TOMO I)

El 26 de septiembre de 1913, los principales comandantes militares de Durango y Chihuahua se reunieron en Jiménez y eligieron a Villa para que los encabezara en una expedición cuyo objeto seria tomar la ciudad de Torreón, una de las más importantes y ricas de México, centro también de las comunicaciones ferrocarrileras del norte. Su captura proporcionaría pertrechos y dinero a los revolucionarios, y les ayudaría a bloquear el abastecimiento de las fuerzas federales de Chihuahua. Aparte de la creencia cada vez mas difundida en que la unidad era la única forma de sobrevivir, otro factor convenció a los revolucionarios de Chihuahua de aceptar el liderazgo de Villa: la posibilidad de unir fuerzas con un contingente aun mayor, los hombres de la zona lagunera de Coahuila y Durango, y los revolucionarios de otras partes de este ultimo estado. Para ellos, Torreón era la llave del control de su región. Desde julio de 1913 habían intentado sin éxito tomar la bien fortificada ciudad y habían sido rechazados con pérdidas enormes.

Mientras Martín Luis Guzmán, señala en las memorias del Gral. Francisco Villa, que el día 29 de septiembre se efectuó en la Hacienda de La Loma la junta de generales donde nace la División del Norte.

En mi opinión, resulta un poco complicado que en pleno y arduo combate los generales y jefes se desentendieran de su gente para elegir al que habría de ser su jefe supremo; además la Revista Revolución Mexicana, en su artículo de septiembre del año 1934, once años después de la muerte del Centauro del Norte, reproduce una reseña del Combate de Aviléz por el propio Gral. Francisco Villa, donde señala que el combate se acordó en la Hacienda de La Loma.

Aquí un pequeño fragmento de dicho combate: Desde el día anterior y a horas que serian las 10 de la mañana, nuestras avanzadas se pusieron en contacto con el enemigo, formalizándose casi enseguida el ataque para irles disputando sus posiciones que abandonaron en precipitada fuga, dejándoles el paso para llegar sobre Aviléz, en donde nos encontramos a la una de la tarde del día 29 de septiembre (1913), aquí se formalizó un vigoroso combate, que terminó con la ocupación de dicho punto por nuestras fuerzas, quedando allí gran cantidad de muertos y heridos del enemigo, mientras que otros a duras penas lograron en precipitada fuga marchar hacia Torreón. Mientras que esto tenia verificativo, casi simultáneamente la brigada Juárez (Maclovio Herrera) batía con éxito a las fuerzas de Emilio Campa sobre el camino que de La Loma se desprende a Lerdo.

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l A MUERTE DE ANTONIO VILLA

 

 

 

Durante la segunda semana del mes de octubre de 1914 hubo una corrida de toros y reinaba el entusiasmo entre los chihuahuenses, poco antes de que terminara la corrida se presentó en la plaza un oficial buscando al coronel Antonio Villa para comunicarle que lo necesitaban en su casa porque estaba muy enferma una criatura, salió el coronel Antonio Villa acompañado del coronel Pulido, en ese instante el coronel Manuel Baca le ofreció a Antonio Villa que lo llevaran en su calesa, este acepto y junto con el coronel Pulido abordaron el vehículo, al salir al paseo bolívar, dos individuos hicieron fuego sobre la calesa, cayendo muertos ambos coroneles, Villa y Pulido. Fue Simón Martínez, caballerango de Manuel Chao quien los asesinó creyendo que se trataba del Coronel Manuel Baca.

VILLISTAS DE CHIHUAHUA Y DEL MUNDO ENTER
JUAN N. MEDINA

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en septiembre de 1936 el coronel Juan N. Medina acudió a la tumba del general Villa 

cuando nombrarse Villista aún representaba un peligro en el estado de Chihuahua, ya que es bien sabido que después de la muerte del gral villa el gobierno persiguió constantemente a todos los que en su calidad fueran villistas así que este acto de valentía tiene doble valor. con el llevaba un pedazo de cantera con el mensaje a su Jefe

"Los insultos y sus autores no reemplazaran al guerrero en los brazos de la historia más si exhiben su bajeza" 

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EL PRIMER MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO

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TORIBIO ORTEGA RAMÍREZ

Nació en Cuchillo Parado en 1879. Fue el primero que lanzó el grito de rebelión en contra del Gobierno del General Díaz el 14 de noviembre de 1910 al frente de 60 hombres. Operé en la región de Ojinaga, habiendo librado varias acciones de guerra con las fuerzas del Cnel. Dorantes y, unido a otros jefes, puso sitio a la Villa de Ojinaga en donde dejó imposibilitado para moverse al General Luque, quien en mayo de 1911 se vio obligado a evacuar la plaza. En 1912 tomó las armas para combatir a la rebelión orozquista, organizó el Cuerpo irregular “González Ortega” y se incorporó al General Huerta antes de la batalla de Bachimba. Quedó de guarnición en su región y al consumarse el cuartelazo de febrero de 1913, se insurreccionó con su Cuerpo, que fue el pie veterano de la Brigada González Ortega, una de las que dieron vida a la División del Norte a las órdenes del General Villa.

Asistió a todas las grandes batallas que éste libró en los estados de Chihuahua, Coahuila y Zacatecas, después de este triunfo enfermé gravemente, fue llevado a la ciudad de Chihua­hua en donde falleció el 16 de julio de 1914 y fue sepultado en el Panteón de la Regla. Fue hombre franco, valiente y de convicciones. Ortega y Montañez, Juan de. Sexto Obispo de Durango. Natural de Siles, Asturias. Nom­brado Obispo de Durango no llegó a tomar posesión por haber sido promovido al de Guatemala y de allí en 1682 al de Michoacán, en donde goberné 19 años. Fue cambiado al Arzobispado de México en 1701, que desem­peñé hasta su muerte ocurrida siete años des­pués. Dos veces fue Virrey de Nueva España en 1696 y en 1701. Ortegueño. Rancho del Municipio y Dto. Jud. Camargo. 2. Rancho del Mpio. de Chihuahua, Dto. Jud. Morelos. Ortigoza. Rancho del Mpio. y Dto. Jud. Camargo.

Ortiz. Congregación del Mpio. de Rosales, Dto. Jud. Abraham González. Se dio este nombre a la Estación del Ferrocarril Central establecida en terrenos de la Hacienda de Casa Blanca de Don Cruz Ortiz. Fue erigida en Sec. Mpal. por decreto de 25 de septiembre de 1941.

Fuente:

Almada, Francisco R., Diccionario de Historia, Geografía y Biografía Chihuahuenses (tomo II), Ediciones del Azar A.C., México, 2008,  pp. 138-139.

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LA ADELITA NORTEÑA

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Homenaje muy justo le debemos a Chihuahua y el pueblo Norteño, a la verdadera Adelita de nuestra Revolución, personaje que durante toda una vida de 65 años fue sólo imaginaria. Como dice el Sr. Don Alfonso Escárcega, Cronista de la Ciudad, actualmente Presidente de la Honorable Sociedad Chihuahuense de Estudios Históricos, consta en las memorias del 5°. Congreso Nacional de la Revolución Mexicana; (legendario personaje, metido en el alma del mexicano) que inspiró una de las más bellas canciones y más sentidas de la producida por el movimiento revolucionario que inició Don Francisco I. Madero (La Adelita) en lo que estoy completamente de acuerdo con él y según siete relatos de algunos veteranos de la Revolución cada uno la describe a su manera de pensar, hasta se llegó a creer que había muerto en combate, versiones imaginarias “digo” por falta de investigación, ya que la verdadera revolucionaria y humanitaria Adelita existió ajena a todo eso, sólo fue la enfermera voluntaria y la inspiración de los dos primeros versos, origen de la bella canción y poco después el himno de la famosa División del Norte que comandaba el General Francisco Villa, quién no tan solo no la conoció en persona, también para él fue imaginaria, como lo fue para todos los revolucionarios. Aclarando también por el relato de “La imaginaria Adelita”, que describe el Sr. Manuel Armendáriz Navarrete reside en Los Ángeles, Calif., quién dice tenían que existir soldaderas de todos nombres y también esposas de los revolucionarios, también lo estoy de acuerdo con él, pero Adela Velarde existió en la Ciudad Fronteriza por aquellos tiempos, Paso del Norte, de donde fue originaria, hija de padres revolucionarios, nieta de Don Rafael Velarde, amigo y colaborador de Don Benito Juárez al comprobar su existencia y muerte, así como su participación y sus meritorios valiosos servicios, como antes dije, pero desapareció al casarse y radicar en los Estados Unidos hasta su muerte en Marzo de 1970, ahora si merece un monumento en si memoria, tienen la palabra los amigos de la Historia.

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CATALINA D. DE SOTELO.
VII CONGRESO NACIONAL DE HISTORIA
DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA JUNIO DE 1976

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LA MERA MERA

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Ahora, que está ya tan próxima la celebración de un aniversario más de la boda de Pancho Villa y doña Luz Corral, cabe una pregunta muy natural:

¿Quién y cómo era ella?
Sobre la vida de doña Luz Corral viuda de Villa, existe una esplendida entrevista realizada por el escritor, periodista e historiador Alfonso Escarcega en el año de 1973. Esta se desarrollo durante varios días, entre el ir y venir de las personas que visitaban a doña Luz en su casa-museo. Aquí una pequeña muestra del pensamiento y vivencias de la “doña”, entrevistado por el señor Escarcega.

Pregunta 24.- ¿Cuándo se caso usted por la iglesia?
-Mi boda tuvo lugar el día 28 de mayo de 1911 en el sencillo pero muy hermoso templo de San Andrés, oficiando en el acto el Padre José Muñoz. Tuvimos Pancho y yo como testigo a don Trinidad Rico y a don Fortunato Casavantes, acompañados de dos primas hermanas mías, Raquelito Rueda y Margarita Rodríguez.

Pregunta 25.- ¿Cuando se caso usted por el civil?
-Me case tres veces. Quizá para que ningún tal por cual, pudiera dudar después de mi matrimonio legitimo con Pancho. Bueno, ni así han faltado habladores. Mi primer casamiento fue el martes 24 de octubre de 1911, en la casa numero 500 de la calle Décima de esta ciudad, ante el juez civil, José de la Luz Navarro. Los testigos fueron, por parte de Pancho, don Gabino Durán y don Cosme Hernández, y por parte mía, don Natividad García y don Francisco Payan Salvatierra. El 16 de diciembre de 1915, volvimos a casarnos. En el acta respectiva dice textualmente: – Ambos contrayentes manifestaron que iniciado y efectuado su matrimonio en el año de 1911, según consta por la copia del acta de su presentación matrimonial, que exhiben en este acto, verificado el 24 de octubre del año ya citado; y no existiendo constancia de la celebración de su matrimonio, piden al presente Juez, autorice su concertada unión, confirmando aquel acto para lo cual han verificado hoy de nuevo su presentación matrimonial, habiendo sido dispensadas las publicaciones de ella por el gobernador del Estado, según nota de la Secretaria de Gobernación que se agrego al apéndice de esta sección. Nuestros testigos ahora, lo fueron coronel José Martínez Valles, el general Pancho González y don Silvestre Terrazas. Por cierto me estoy acordando que Raquelito fue la viuda del general Aranda.
(Continua el escrito)

Pregunta 184.- ¿La visita de cuando en cuando, viejos villistas?
-Me visitan muchos de ellos. Se puede decir que una verdadera legión. Lógicamente han pasado ya muchos años, desde que Pancho fue su jefe y la mayoría de ellos o ya han muerto, o están muy achacosos o enfermos. Por cierto que algunos de aquellos valientes revolucionarios, han vivido siempre en la más completa miseria y han venido a mi casa para quejarse tan solo de su mala suerte. Por eso en alguna ocasión escribí esto:
“Quiero rendir homenaje al anónimo soldado villista, al que sacrifico su juventud y su existencia por un ideal, bueno o malo, asequible o irrealizable, pero indudablemente sincero; y mi homenaje también de admiración y respeto para los que bajo la bandera que tremolo mi marido, sobrevivieron a la hecatombe de la División del Norte y arrastran hoy sus andrajos envejecidos, llevando en las almas amargura y desencanto, mientras que los nuevos revolucionarios monopolizan el titulo de redentores del pueblo. Estos viven en suntuosos palacios, los vemos encumbrados en los más altos puestos públicos, disfrutando de sus riquezas improvisadas y en injurioso contraste con la pobreza inalterable de las masas trabajadoras, asistiendo al espectáculo mas cínico de todos los tiempos, en que las actitudes de esos fariseos y explotadores de nuestro dolor colectivo, pretenden ostentarse como paradigmas de nuestro dolor revolucionario, en tanto que los auténticos revolucionarios vegetan en el olvido y el desamparo.

Fuente libro: La mera mera. Luz Corral de Villa
Autor: Alonso Escarcega
Año: 2012 (reimpresión)
Editorial: Ediciones Azar AC

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FRANCISCO ARZATE ARMENDARIZ

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 el pelotón de fusilamiento, Arzate con toda tranquilidad se quito su saco y lo entregó al juez de Aldama, Gonzalo de la Garza, se quito luego de la boca el delgado puro que acostumbraba fumar y colocándoselo frente a su pecho grito al pelotón:

“! Aquí, tiren al pecho no a la cara!, ¡Viva mi General Villa…! Y se oyó la descarga mortal sobre este ejemplar  de hombre que da la talla de cuantos como el hicieron posible la Revolución Mexicana, allí quedo el 18 de agosto de 1919 este hombre que se había entregado en cuerpo y alma a la causa del pueblo.

Sus restos fueron recogidos por su familia y trasladados a su pueblo natal en donde fue sepultado a las nueve de la noche.

¿Qué Pancho Arzate era hombre clave para la familia Villista? No  cabe duda, custodiando su tumba amaneció una fuerte guardia de federales. ¿A quienes  esperaban que asistieran a sus funerales? Posiblemente a los inodados en el complot.

Chihuahua Chih. Noviembre de 1973.

Profra. Amanda Hernández R.

Fragmento del articulo Coronel Francisco Arzate Armendáriz

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ELISA GRIENSEN

 

Procedente de una familia parralense del más puro linaje, de honorabilidad, honrada y respetada por cuantas personas han tenido el honor de cultivar su trato, rodeada de cariño de un esposo ejemplar y mimada y fortalecida por las gracias de una bella y virtuosa hija, vive entre nosotros la estimable señora Elisa Griensen de Martínez, verdadero prestigio social que mucho enaltece, no sólo el ambiente que saturan sus privilegiados lares, sino el de todos aquellos lugares donde florece su presencia.

Hemos querido engalanar esta página de nuestro boceto con la fotografía y algunos párrafos descriptivos de la señora Griensen de Martínez, precisamente por que creemos encontrar en su insinuante y evocadora personalidad un tinte, un matiz, que solo es atributo de los auténticos valores morales, con abstracción absoluta del sexo a que pudiera referirse el concepto.

Con afecto, la señora Griensen de Martínez, es bien acreedora no digamos ya al agradecimiento popular sino al reconocimiento oficial de sus méritos, pues aun esta fresco el recuerdo de la epopeya gloriosa en que se desgranara su corazón de heroína, en aquellos días aciagos en que el Estado de Chihuahua fue vilipendiado y puesto en la evidencia más dolorosa bajo la bota claveteada del soldado yanqui, a las ordenes del invasor norteamericano Pershing.

De Hidalgo del Parral, los punitivos expedicionarios tuvieron que salir a volapié y más que a la carrera, seguidos muy de cerca por el pueblo indignado y justo, cuyas manos severamente castigadoras fueron armada, mal pero lo fueron, por la entonces señorita Elisa Griensen, alma de una protesta patriótica y exponente más que viril de un sentimiento unánime por la reivindicación nacional.
Por lo demás, la hoy señora Elisa Griensen de Martínez, sigue viviendo ungida por el cariño de diferentes sectores, especialmente de los sectores necesitados en cuyos fundos de pobreza derrama el caudal de sus ternuras,

Fuente:
ICHICULT/ Revista Cerebro y Músculo, Chihuahua, Chih. / S/F/ Colección folletos Sala Chihuahua

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Sois todavía unos niños
Que salisteis de la infancia,
Conserváis aún la fragancia
De vuestros puros cariños,
Tan blancos cual los armiños
Apenas si se desliza
Vuestra existencia en la tierra,
Cuando os marcháis a la guerra
Fugaces como la brisa;
Hoy no veo vuestra sonrisa
Que mis dichas solo encierra,
Y al no escuchar esa risa 
Sufro un espanto que aterra.
Desde entonces no se secan
Los raudales de mis ojos,
Piso el cardo y los abrojos
En mi nefando sufrir;
Escucho el grito de muerte 
Como fúnebre armonía:
¿Será vuestra esa agonía?
¿ya iréis también a morir?
Al golpe de la metralla 
Que hasta los cielos retumba,
Vuestra faz ya moribunda
Creo doquier adivinar;
Y con el alma transida,
Temblando mis miembros yertos,
Al buscar entre los muertos 
Pienso que os voy a encontrar.
Y con el alma angustiada,
Y temblando el corazón,
En medio de mi aflicción
Elevo a dios la mirada
Y le mando mi oración.
No sé si el profundo llanto
Sin cesar he de verter;
Mis hijos… os amo tanto…
¿Y ya nunca os he de ver?
Si alguna vez en la vida,
Venís después de mi muerte;
Aunque mi pecho esté inerte
Y la materia extinguida,
Mirad este libro, os dejo 
Un recuerdo aquí con él;
De mi sufrimiento cruel
Este libro, es el espejo
De mi llanto están las gotas
Regadas con desconsuelo,
¿Sera el postrimer anhelo
La voz de mis fibras rotas?
Os dejo aquí mis caricias,
Mis consejos y mi amor;
Sois de mi vida, la flor
De mis supremas delicias;
Vuestra ausencia es mi dolor.

María Estefanía Pérez Vda. De Mantecón Guadalajara, Jalisco, Marzo de 1915

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LOS ACOMPAÑANTES EN EL ASESINATO DE VILLA

 

Los acompañantes del Gral. Villa

Ramón Contreras.- pertenecía a la escolta con que contaba en canutillo, el General Francisco Villa. Fue alcanzado por varios balazos en el asesinato del Guerrillero en parral, en 1923 y pudo huir disparando su arma que alcanzo a matar a Román Guerra. Contreras fue trasladado al hospital de Jesús, donde le fue amputada la mano izquierda y al cabo de cuatro meses se traslado a Durango, donde murió en 1944. Fue el único sobreviviente de la matanza era primo del General.

Miguel Trillo.- se le conoció por “Trillito” en señal de afecto y estimación. Hizo estudios en el instituto científico y literario de chihuahua, ciudad de la que era nativo. Sus estudios fueron tan brillantes que llego a establecer un sistema propio para la taquigrafía, cuyos autores fueron Wuordworth y Trillo. Fue hijo de don Paulino Trillo Ponce y de Doña Luisa Ortegón Ferrales. Para 1922 era ya jefe del estado mayor de villa. Murió en la emboscada sin oportunidad de defenderse ya que las descargas fueron cerradas.

Daniel Tamayo.- Nació en Coahuila. Se incorporó a la División del Norte comandada por el general Francisco Villa. Formó parte de su escolta de “Dorados” marcado con el numero 16 en la famosa fotografía de los dorados de villa fue de los generales que acompaño a villa a tlahualilo y otras acciones. Era su asistente y con él fue asesinado en parral, chihuahua recibiendo trece balazos.

Rafael Medrano.- Era de la escolta del General Villa y al ser asesinado este en la ciudad de Parral, Chihuahua, en 1923, alcanzo a salir del automóvil gravemente herido, siendo recogido y después llevado al hospital donde le fue amputada una pierna, muriendo a los ocho días. Fue uno de los únicos que salieron con vida de la emboscada.

Claro Hurtado.- acompaño a Villa en el automóvil en que fue asesinado en Parral, Chihuahua, pues era el asistente del coronel Trillo. Ellos murieron bajo las certeras y cerradas descargas de los fusiles homicidas. Hurtado alcanzo a correr; pero fue muerto al ser visto por uno de los asesinos.

Resalió Rosales.- era el chofer de villa y cuando este fue asesinado rosales viajaba en la salpicadera del automóvil, muriendo también instantáneamente.

Minutos antes de las ocho se subió el General al coche y tomó el volante. Iba a manejar y a su lado en el asiento delantero se sentó su secretario el coronel Miguel Trillo.
En el asiento trasero, el asistente del general, el dorado Daniel Tamayo y el Coronel Rafael Medrano. En los asientos convertibles el dorado Claro Hurtado, asistente del Coronel Trillo y el Coronel Ramón Contreras, jefe de la escolta. En la salpicadera del lado derecho el chofer Rosalio Rosales.
Todos ellos vestían el traje típico de dorado, de charro en paño negro con mitazas blancas y gorras tejanas y pistolas 45 con cachas de concha.
Saliendo de la calle Zaragoza enfilaron por la avenida Juárez rumbo a la plaza del mismo nombre y a su destino.
Al llegar a la altura del callejón Meza, Juan López Sáenz Pardo se levantó el sombrero con la mano izquierda en señal de saludo, señal para los conspiradores de que el general iba manejando y de la cercanía de la victima a los rifles asesinos. 
Avanzo el automóvil rumbo a la calle Gabino Barreda a marcha moderada. Al iniciar la curva, tanto porque entonces el piso estaba sin pavimentar como porque el drenaje de la avenida Juárez iniciaba una zanja a la entrada, el coche hizo un pequeño giro a la izquierda y fue cuando se abrió la puerta del primer cuarto y de los cuatro rifles emboscados tras las pacas de alfalfa salió un huracán de fuego. Inmediatamente del segundo cuarto retumbaron las armas homicidas vomitando muerte y hasta Juan López Sáenz Pardo avanzó corriendo por detrás del coche disparando su pistola contra éste.
La vuelta al volante iniciada por el general no pudo completarse.
Balas expansivas y de acero brotaron de los ocho rifles en descargas sucesivas y hasta cerca de cien disparos acribillaron cuerpos y automóvil barriendo como un huracán con el Centauro y sus hombres.

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